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Alabar y celebrar
7. ¿Qué son los Sacramentos de Curación?
El Sacramento de la Penitencia y de la Reconciliación (o Confesión) y la Unción de los Enfermos continúan la obra de sanación y salvación de Jesús en el mundo, a través del poder del Espíritu Santo.
8. ¿Qué ocurre en el Sacramento de la Penitencia y de la Reconciliación?
Recordarás que el Bautismo perdona todos los pecados. ¿Pero qué puede hacer una persona que comete un pecado después de ser bautizado? Esa persona puede buscar el perdón en el Sacramento de la Penitencia
y de la Reconciliación, también llamado Confesión. El Señor dio este sacramento como una manera en que las personas pueden regresar a Dios y a la Iglesia cuando hayan fallado en mantener su promesa bautismal.
Quienes reciben este sacramento deben seguir cuatro pasos. Primero, deben arrepentirse sinceramente de sus pecados y tener el firme propósito de no volver a pecar. Segundo, deben confesar sus pecados a un sacerdote. Tercero, deben estar dispuestos a reparar el daño causado por los pecados cometidos. Cuarto, deben recibir la absolución o perdón del sacerdote. En el Sacramento de la Reconciliación, el sacerdote perdona los pecados en el nombre y en la
persona de Cristo mismo, tal y como el sacerdote consagra el pan y el vino en la Misa a través del poder de Cristo.
Una persona se prepara mental y espiritualmente para este sacramento de la misma manera en que un atleta se prepara físicamente para un partido. Para prepararse para la confesión,
una persona examina su conciencia. Esto significa acordarse de todos los pecados cometidos desde la última confesión. Al hacer esto, la persona debe tomar en cuenta, especialmente, cualquier pecado mortal porque estos se deben confesar al sacerdote.
Un pecado mortal es cualquier pecado grave cometido a sabiendas de lo malo que es el pecado. Un ejemplo obvio de un pecado mortal es matar a una persona intencionalmente, aunque otros pecados mortales son mentir acerca de otros ante un tribunal o robar todo el dinero que alguien tiene para vivir. Las ofensas menos graves
se llaman pecados veniales. Estos pueden incluir cosas como golpear a alguien con rabia, mentir sobre cosas de poca importancia o robar pequeñas cantidades de dinero. La Iglesia recomienda, pero no exige, que los pecados veniales también se confiesen.
Después de que un sacerdote escucha la confesión de alguien, siempre asigna una acción que la persona debe cumplir para reparar el daño causado por sus pecados. Puede ser rezar algunas oraciones o hacer una buena obra. Este acto se
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