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Alabar y celebrar
las palabras: “Recibe por esta señal el Don del Espíritu Santo”.
En este sacramento, el Espíritu Santo perfecciona, profundiza y completa las gracias recibidas en
el Bautismo. El candidato recibe al Espíritu Santo para fortalecer su vínculo con Cristo y su Iglesia. El candidato es fortalecido para tener un rol más activo en la Iglesia.
Puedes pensar en las gracias especiales de la Confirmación como algo parecido a los cambios que te ocurren en tu vida familiar a medida que creces. Puedes hablar con tus padres como no podías hacerlo cuando eras un bebé. A través de conversaciones más maduras con tus padres, tu vínculo con ellos
se profundiza. También puedes hacer tareas en el hogar que antes no podías porque eras un bebé. Hacer tu parte
del trabajo para que la vida en el hogar sea mejor para todos, te convierte en
un miembro más activo de tu familia. Finalmente, cuando creces, comienzas
a asumir más responsabilidades de modo que tus padres comienzan a
darte privilegios que corresponden a tu madurez creciente.
6. ¿Qué ocurre en la Eucaristía?
A diferencia del Bautismo y la Confirmación, la Eucaristía es un sacramento que puede recibirse una
y otra vez. De hecho, la Iglesia anima a los católicos a recibir la Eucaristía cada vez que van a Misa. Cuando menos, se
les pide que reciban la Eucaristía por
lo menos una vez al año, durante el tiempo de Pascua. Recibir la Comunión una vez al año es una regla de la
Iglesia. Asistir a Misa cada domingo es también una regla de la Iglesia. Cuando buscas la fortaleza del Cuerpo y la Sangre de Cristo durante la Misa del domingo, estás mejor preparado para evitar el pecado grave por el resto de la semana.
No hay otro sacramento como
la Eucaristía. El Catecismo la llama “fuente y cima de la vida eclesial”. La Eucaristía es la fuente porque está en el centro de la vida de la Iglesia. Es la cumbre porque está más alta que cualquier otra forma de alabanza u oración.
Recibir el Cuerpo y la Sangre
de Cristo en Sagrada Comunión es necesario para una vida espiritual sana. Necesitas la Eucaristía tanto como necesitas comida y bebida para una vida física saludable. Más aun, tu presencia en la Misa es algo que Dios quiere de ti más que cualquier otro tipo de acción de gracias o alabanza. Sí, las oraciones de la mañana y de la noche son importantes. Sí, las oraciones antes de la comida son importantes. Pero más importante que cualquiera de estas, es tu participación devota en la Eucaristía.
La palabra Eucaristía significa “acción de gracias” en griego. Cuando asistes a Misa, muestras tu agradecimiento a Dios por cada cosa
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